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Aunque la transición a lo digital es inevitable, también es esencial. Las ventajas de esta transición para los trabajadores y la sociedad en general sólo pueden hacerse realidad si estos procedimientos sean abiertos, inclusivos y den a todos los interesados la oportunidad de participar y contribuir. Para que los costes y beneficios se distribuyan equitativamente entre todos los sectores de la sociedad, es imprescindible que la transición «gemela» se lleve a cabo de forma justa y equitativa.

Las prioridades principales son:

  • mantener el empleo actual;
  • reciclar a los trabajadores para que adquieran nuevas cualificaciones, y
  • asegurarse de que nadie quede excluido o rezagado durante el periodo de transición.
Para luchar contra el cambio climático y avanzar en la sostenibilidad a largo plazo, la doble transición busca disminuir el impacto medioambiental de la actividad industrial.

Al analizar todos los informes presentados por los países socios, podemos extraer ciertas conclusiones que son generales y pueden aplicarse de forma global en el periodo de transición gemela. Los empleados y las personas afectadas deben ser incluidos en el proceso desde el principio.

Otra prioridad es asegurarse de que estas acciones ayuden a las comunidades locales y al medio ambiente en su conjunto, además de a los trabajadores y las empresas.

Para garantizar que se tienen en cuenta sus preocupaciones y que pueden participar en la toma de decisiones, los trabajadores disponen de varios métodos de diálogo, consulta y participación.

Enfoque centrado en el ser humano. Enfoque centrado en el ser humano – Los procesos de transición deben estar orientados al individuo/ciudadano, o centrados en el ser humano, para que sean justos. Las operaciones también deben gestionarse de forma responsable y sostenible para garantizar que todos tengan las mismas oportunidades. Los trabajadores se ven afectados por todas las actividades de la transición digital y ecológica de diversas maneras. Por ello, algunas de las fases cruciales de dicha transición incluyen el reciclaje y la formación de los trabajadores dentro de la empresa. La comunicación con el público en general, con personas o comunidades concretas, así como la difusión de información relativa a los derechos, responsabilidades, beneficios y leyes que se aplican a cada individuo a medida que la industria avanza hacia la Industria 5.0.

Las asociaciones público-privadas, los programas de formación y la legislación gubernamental pueden ser muy útiles para garantizar que ningún trabajador se quede atrás y que los trabajadores estén preparados para este cambio de paradigma.

Preparar a nuestros trabajadores. Mientras que algunos trabajadores podrían estar bien equipados para adaptarse a los cambios tecnológicos y del entorno, otros necesitarían más ayuda en forma de educación, reciclaje y adquisición de nuevas competencias.

Los trabajadores y la dirección necesitan una visión y unos objetivos claros.

Estrategias y directrices adecuadas. Estrategias …y directrices adecuadas – Es preciso elaborar unas directrices coherentes y bien pensadas para la transición gemela, en particular el consiguiente cambio del lugar de trabajo. Los trabajadores y la dirección requieren no sólo una visión clara y objetivos elevados en este momento de la transición, sino también planes de acción específicos y soluciones sugeridas para los sectores más vulnerables de la economía, las zonas geográficas o los grupos sociales. Mejorar la legislación defectuosa, los procesos poco claros e incluso los materiales y directrices de la UE traducidos de forma inadecuada, haciéndolos aún menos legibles, también deberían tener la máxima prioridad.

Reforzar el sistema de apoyo a las PYME. Reforzar el sistema de apoyo a las PYME – Las empresas más pequeñas pueden tener dificultades para mantener el cambio por sí solas. En este sentido, la ayuda debería incluir tanto iniciativas financieras como el cultivo de la experiencia y las capacidades necesarias para el cambio. Un ejemplo de ello es el apoyo a las PYME para que apliquen estrategias medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) y presenten informes al respecto. Las pequeñas y medianas empresas y las empresas de nueva creación se beneficiarían enormemente de las nuevas medidas, que también mejorarán el mercado único, reducirán la dependencia de los proveedores y acelerarán la transición a una economía más ecológica y digital. También son necesarias políticas específicas, como las que refuerzan la resistencia, combaten la morosidad y promueven la solvencia.

Proteger el mercado laboral. La doble transición presenta una excelente oportunidad para crear numerosos puestos de trabajo nuevos y deseables. Crear programas basados en el concepto «de empleo a empleo» y vincular la distribución de fondos para actividades de desarrollo a la oferta de puestos de trabajo de alta calidad son dos de las propuestas formuladas por los encuestados.  Un requisito previo que garantiza el éxito de estos procedimientos es el desarrollo de planes para una transferencia fluida de los procesos empresariales con el objetivo de mantener los puestos de trabajo.

La idea fundamental es que los empleados que pierdan su empleo empiecen a trabajar en otro sitio de inmediato, y que sea su empresa anterior la que inicie el proceso de reciclaje.

Mejorar el diálogo social. Un paso inicial clave para crear una transición justa es comprender la importancia de la comunicación con los trabajadores y los sindicatos a todos los niveles (con los empresarios, a nivel sectorial o de rama de actividad y, eventualmente, a nivel nacional). No será posible aplicar las presunciones de una transición justa ni descubrir soluciones a retos extremadamente complicados sin un diálogo social continuo y maduro. Dado que los efectos de estos cambios afectarán directamente a los empleados, o ciudadanos, los sindicatos y los empleados deben imponerse a las empresas, el gobierno y los gobiernos autónomos locales como socios necesarios en estos procesos. Para ser socios justos y útiles de los responsables de la toma de decisiones a todos los niveles, los representantes sindicales deben, por tanto, adquirir los conocimientos y la experiencia necesarios para gestionar esta cuestión. El Estado, las empresas y los sindicatos deben ser mucho más proactivos a la hora de anticipar y abordar los efectos sociales de la doble transición. Además, el Estado debe incentivar suficientemente a los interlocutores sociales para que aborden estas cuestiones ofreciendo incentivos financieros a los empresarios y promoviendo un diálogo social bidireccional al respecto. En este ámbito, el Estado también debe incorporar más plenamente la dimensión social en los documentos estratégicos y las políticas públicas.

Los sindicatos son aliados de los trabajadores en esta doble transición.

Mejorar el sistema de negociación colectiva. Un diálogo social bipartito que abarque los problemas relacionados con la doble transición se beneficiaría de la mejora de los procedimientos y de la creación de un marco de negociación colectiva. Por consiguiente, el gobierno debería ser más proactivo en la promoción de la negociación colectiva a nivel sectorial y de empleador individual, así como a nivel nacional.

Cada uno a su ritmo, ¡pero sin dejar a nadie atrás!

Potenciar la transición energética. Muchos fabricantes están invirtiendo en descarbonizar sus tecnologías. Pero para que estas iniciativas sean realmente eficaces, es preciso disponer de fuentes de energía renovables de bajo coste y de infraestructuras estratégicas eficaces, en particular redes de transmisión modificadas para adaptarse al nuevo paradigma.

El gobierno debe diseñar políticas que impulsen la producción agrícola y revitalicen las comunidades rurales mediante ayudas financieras, exenciones fiscales y compras garantizadas de bienes a los productores regionales.

Proteger la ecología. Poner fin a la actual destrucción del medio ambiente y aplicar una política de tolerancia cero para la construcción no autorizada en parques nacionales, orillas de lagos, ríos y costas marinas. Personas con grandes fortunas y empresas han privatizado de hecho el suelo público, imposibilitando que las generaciones actuales y futuras utilicen estos recursos. El único requisito para generar nuevos empleos en los campos de la agricultura, la energía, la fabricación de alimentos y la economía verde es la administración ética, responsable y veraz de los conceptos de protección medioambiental y desarrollo sostenible.

Invertir tiempo y recursos. El 80% de los pasos que las empresas y el Estado han dado para ejecutar la doble transición dependen de recursos financieros e inversiones. Aunque no son un requisito previo claro, aceleran enormemente la adopción de la innovación y el tiempo que se tarda en ver los resultados. En cuanto a la doble transición, el tiempo es otro factor importante. Algunas industrias están experimentando una transición rápida, mientras que otras están experimentando un cambio retardado debido a la naturaleza de la industria (agrícola), y otras están experimentando un cambio continuo como resultado de la mejora de las tecnologías y la mayor capacidad de la mano de obra.

Los empresarios tienen la obligación de proteger los derechos de los trabajadores en todo momento, pero los sindicatos también tienen la obligación de hacer un uso activo de estos derechos.

Fomento de la participación de los trabajadores en la toma de decisiones. Es fundamental que los representantes de los trabajadores participen más activamente en el discurso social y reciban más formación sobre la Industria 5.0 y el Pacto Verde. Los empresarios y los sindicatos deben colaborar para mejorar y ampliar la estructura legislativa existente en materia de consulta e información de los trabajadores.

Aumentar el nivel de sindicación. Esto fomentará la colaboración entre varios grupos sindicales que operan bajo el mismo techo o en la misma industria, así como fortalecerá el sentido de pertenencia y confianza de los trabajadores en el movimiento sindical. Junto con la mejora de la función del sindicato mediante acciones emprendidas a nivel nacional, se debe emprender acciones emprendidas en la relación empresario-sindicato y la mejora de la propia autoridad y representatividad de los sindicatos.

FAQ. Preguntas más frecuentes

  • ¿Es una realidad la doble transición?

Sí, la digitalización como proceso ha comenzado con la 4ª revolución industrial, mientras que la 5ª ya ha tomado forma. La 5ª revolución industrial está profundamente centrada en la eficiencia medioambiental, es decir, en el uso de energías renovables, la mejora de la eficiencia energética, la carbonización cero y la protección del medio ambiente. Mientras que las revoluciones anteriores se centraban en la producción en masa, la reducción de costes y el aumento de los ingresos, esta última revolución industrial se ocupa de la naturaleza y la conservación del medio ambiente, mitigando el cambio climático y reduciendo las emisiones de carbono.

  • ¿Significa esto pérdida de puestos de trabajo?

Los nuevos cambios en el mundo laboral implican nuevos puestos de trabajo que requieren nuevas competencias, pero esto no significa necesariamente que vayamos a enfrentarnos de inmediato a un aumento del desempleo. Lo esencial es que las nuevas tecnologías facilitan el trabajo; no conducen necesariamente a la pérdida de puestos de trabajo, sino a la demanda de trabajadores cualificados que supervisen y gestionen los procesos de trabajo. En otras palabras, esto significa una demanda de un conjunto diferente de competencias. Ciertas categorías de trabajadores que no podrán adaptarse a los cambios perderán inevitablemente su empleo, pero por ello deben tomarse medidas para prevenir o mitigar estas situaciones.

  • ¿Cómo pueden participar los trabajadores en esta transición?

Los trabajadores pueden participar en estos procesos a través de consultas con los empresarios. Sin embargo, para poder participar en la toma de decisiones, primero deben estar informados de todos los cambios que se están produciendo en la empresa. Esto significa que la dirección debe proporcionarles acceso oportuno a información actualizada, significativa y completa sobre el impacto probable de la doble transición en los resultados económicos de la empresa, en los puestos de trabajo y en las condiciones laborales. Lo dicho significa también que los trabajadores, a través de sus representantes, exijan discutir los cambios previstos con los responsables de la toma de decisiones, incluida la alta dirección, que debe tener en cuenta las sugerencias y propuestas de los trabajadores a la hora de tomar la decisión.

  • ¿Cómo pueden ayudar los sindicatos en este proceso?

Durante este periodo de transición, el diálogo social y la cooperación mutua son esenciales. El sindicalismo necesita ser reforzado y los sindicatos necesitan proyectar la imagen de organizaciones poderosas preparadas para defender los derechos de sus miembros.  Un mayor grado de sindicalización fomentará la cooperación entre los distintos sindicatos de una misma empresa o sector, lo que aumentará el sentimiento de pertenencia y la confianza de los trabajadores en el sindicato.

  • ¿Cómo pueden los trabajadores proteger sus derechos individuales frente al empresario?

Los trabajadores pueden proteger sus derechos laborales de varias maneras. Una forma es mediante una solicitud por escrito al empresario en la que pedirán el ejercicio de sus derechos o la supresión de cualquier violación de derechos de la relación laboral a la que se enfrentan. Otra forma de proteger sus derechos es ante las instituciones, inspecciones, organismos, etc. o ante los tribunales en procedimientos judiciales. Los trabajadores también pueden proteger sus derechos a través de los sindicatos, a los que pueden dirigirse individual o colectivamente para proteger y ejercer sus derechos.

  • ¿Significa la transición ecológica lugares de trabajo seguros y saludables?

La transformación ecológica puede contribuir a que los lugares de trabajo sean más seguros y saludables. La adopción de métodos sostenibles, la reducción de la contaminación y la mejora de la salud ambiental suelen formar parte de esta transición, que puede mejorar la calidad del aire y del agua. Estas mejoras pueden reducir los riesgos para la salud de los empleados y hacer que los lugares de trabajo sean más seguros. Como ya se ha dicho, la nueva forma de trabajar está centrada en el ser humano y hace mucho hincapié en el bienestar de los empleados, incluida la ergonomía y la salud mental, fomentando un enfoque más holístico de la seguridad en el lugar de trabajo. Así, la transición ecológica persigue la justicia social, la mejora de la calidad de vida, incluidos lugares de trabajo seguros y saludables, así como la sostenibilidad medioambiental.

  • ¿Están preparados los sindicatos para afrontar la transición digital?

Los nuevos puestos de trabajo se crean en gran medida como resultado del desarrollo de las nuevas tecnologías, por lo que hay industrias enteras como la informática, el marketing, diversas actividades de servicios, etc., que tradicionalmente no han estado sindicalizadas. La globalización de los empleos, especialmente a través de Internet, permite a los trabajadores trabajar como autónomos, o los llamados trabajadores de plataforma, que ejercen su actividad en plataformas virtuales. Estos trabajadores son extremadamente difíciles de alcanzar para los sindicatos. En este contexto, es necesaria la flexibilidad por parte de los propios sindicatos, tanto en la forma de trabajar, modernizándose plenamente y digitalizándose, mediante el acceso a diversas herramientas digitales que le ayuden en su labor, como en cuanto a la integración de este tipo de trabajadores no sólo como afiliados a los sindicatos, sino también en la estructura directiva, es decir, en los órganos de administración y decisión de las organizaciones.

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